Este manifiesto es una invitación abierta a apicultores, agricultores, investigadores, diseñadores, consumidores, educadores y guardianes del paisaje.
A quienes creen que otra forma de habitar la tierra es posible. A quienes sienten que el conocimiento no está solo en los libros, sino también en el polen, en el barro, en el gesto. A quienes entienden que regenerar la tierra es también regenerarse a uno mismo.
Porque a veces, el acto más revolucionario… es dejar de hacer.
Pero antes, hay que hacer mucho para volver a escuchar.